Ayer se lanzo en Argentina el nuevo Jeep Compass, que FCA produce en Brasil para Latinoamérica. Es una apuesta fuerte en un segmento que supo ser importante y quiere reconquistar clientes.
DESDE BUENOS AIRES. FCA lanzó ayer en un campo de General Rodríguez, en la provincia de Buenos Aires, el totalmente nuevo Jeep Compass. Se trata de un SUV del segmento C que se produce en la modernísima planta que el grupo tiene en Pernambuco, al norte de Brasil. Es, por ahora, el único SUV de este segmento que se produce en el Mercosur, pero esto podría cambiar pronto (ver más).
Quizás los lectores jóvenes no lo sepan, pero hace 20 años los SUV de este segmento como la Honda CR-V o la Toyota RAV4 eran verdaderos éxitos de ventas. Luego, allá por 2002, Ford creo los SUV’s del segmento B con la EcoSport y rompió el mercado con mejores precios. Más acá en el tiempo, las distintas restricciones a las importaciones que impuso el gobierno anterior casi matan al segmento, que llegó a su mínimo histórico.
Hoy las cosas han empezado a mejorar y FCA quiere copar el mercado con este nuevo Jeep Compass. Se trata de una nueva generación, que utiliza la misma plataforma de la Fiat Toro (y se le parece bastante) y tiene la ventaja de no pagar aranceles extra Mercosur, como el resto de sus competidores.
El nuevo Compass se venderá en Argentina con un sólo motor, el Tigershark naftero de 16 válvulas y 2.4 litros, de 174 CV y un torque de 229 Nm a 3900 rpm. Hay una versión con tracción simple y dos 4×4 y las cajas disponibles son manual de sexta y automática de 9 marchas.
El nuevo Compass tiene las medidas casi standar del segmento. Mide 4,4 metros de largo, 2 de ancho y tiene una distancia entre ejes de 2,63 metros. Su diseño no tiene la frescura del Renegade, que rompió el molde, sino que va más en la línea histórica de Jeep. En directo no deslumbra pero gusta, sobre todo por su silueta muy bien proporcionada.
Las vistas que mejor le sientan el Compass son la frontal, con los 7 bastones reestilizados, más pequeños y con bordes cromados; y la tres cuarto trasera. El remate del pilar C personalmente me gustó mucho y cuando se combina con el techo de otro color se logra un efecto muy armónico.
El Compass ya está llegando a los concesionarios de todo el país en tres niveles de equipamiento, dos de los cuales tienen, a su vez, un pack opcional. Se destaca por su excelente equipamiento de seguridad de serie, con 7 airbags (dos frontales, dos laterales y dos de cortina más uno de rodilla para el conductor), control de estabilidad y tracción, asistente de salida en pendiente, asistente antivuelco y monitoreo de presión de neumáticos, entre otras cosas.
Esta versión Sport viene, además, con la pantalla táctil de 7 pulgadas equipada compatible con los sistemas Android Auto y Apple CarPlay, una pantalla monocromo en el instrumental (la color que se ve en las fotos viene a partir de la Limited), llantas de aleación de 17, climatizador bi-zona, espejo retrovisor electrocrómico, volante forrado con cuero regulable en altura y profundidad y barras en el techo, entre otros equipamientos.
La versión Longitude es similar en equipamiento, pero recordemos que viene con tracción 4×4 y caja automática de 9 marchas. Agrega, además, tapizado de cuero, paragolpes y espejos color carrocería, encendido y encendido por botón. En esta versión, el pack Plus agrega el techo solar panorámico (abarca las plazas delanteras como traseras y es hermoso) de comando eléctrico con black-out.
Por último, la versión Limited agrega la pintura bicolor, sensores de lluvia y crepuscular y el pack Plus que trae espejos rebatibles eléctricamente, portón trasero de apertura eléctrica, asiento del conductor de regulación eléctrica, encendido remoto, sistema de sonido marca Beats, asistente de estacionamiento semiautomático paralelo y perpendicular, y un toma corrientes de 220V.
Los detalles se pueden consultar en la siguiente ficha técnica.
Los precios son los siguientes:
- Jeep® Compass Sport 2.4L MT6 FWD 4×2 USD 39.900
- Jeep® Compass Longitude 2.4L AT9 AWD 4×4 USD 46.500
- Jeep® Compass Longitude Plus 2.4L AT9 AWD 4×4 USD 48.000
- Jeep® Compass Limited 2.4L AT9 AWD 4×4 USD 51.000
- Jeep® Compass Limited Plus 2.4L AT9 AWD 4×4 USD 54.500
Garantía de 3 años o 100.000 kilómetros, lo que suceda primero.
Brevísimo contacto
Durante la presentación tuvimos oportunidad de dar una pequeña vuelta por las estancias de la zona. El Tigershark 2.4 es un motor potente, que mueve muy bien al Compass, pero que no tiene la contundencia que uno podría imaginar en la previa, sobre todo a bajas vueltas, donde pierde frente a turbonafteros que entregan el torque máximo a menos revoluciones. Nos faltó acelerar a fondo en ruta para saber cómo se mueve a altas revoluciones.
Es posible que FCA ofrezca en el futuro el mismo 2.0 turbodiésel que tanto nos gustó en la Toro, una opción que sería más equilibrada en prestaciones y consumos (no medimos). La caja automática de 9 marchas funciona bien, con una primera cortísima que hace las veces de reductora, aunque está lejos de ser eso.
Da la impresión que el Compass está mejor preparado para off-road que sus competidores, gracias al selector de terrenos (nieve, tierra, arena y barro) y la posibilidad de bloquear el reparto de fuerzas a los dos ejes por igual. En esta breve prueba sólo pasamos un poco de barro y el único límite que encuentra el Compass son los neumáticos de asfalto. No se ofrecen variantes de uso mixto en ninguna versión.
Personalmente, lo que más me gustó es el nivel de terminación y la falta total de ruidos, algo muy importante en este segmento. Hay que esperar una prueba de larga duración, pero el Compass impresiona muy bien de entrada en lo que hace a calidad percibida, algo que será fundamental para el comprador, ya que sus competidores son de origen japonés, europeo o mexicano.
El interior es confortable, con buen espacio tanto adelante como atrás y un baúl de 390 litros que es suficiente para la mayoría. El nivel de equipamiento se destaca en seguridad y es completo en confort, sin lujos ni chiches electrónicos que se destaquen demasiado. Uno siente que le falta algún gadget ganchero, de esos que hacen recordar un auto sobre otro, más allá que no vaya a decidir una compra.
Una buena y una mala en nivel de equipamiento: 10 puntos para el auxilio, que es de igual tamaño en todas las versiones, algo que la competencia está descuidando en vehículos que supuestamente deben estar preparados para el off-road. La mala es que no trae GPS incorporado, algo también importante para un vehículo como éste. Queda la opción de Android Auto, pero ni todos los teléfonos son compatibles ni es posible usar los mapas del teléfono en zonas sin señal de celular.
Los precios están competitivos. En el ingreso de gama sólo pierde frente a la Honda CR-V, que es la líder del segmento (desde $639.000). La Toyota RAV4 arranca en US$43.800 ($758.180), Ford Kuga en US$45.500, Hyundai Tucson en US$42.900 ($746.460) y Kia Sportage en US$43.900 ($756.397), entre otras opciones.
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