VW Clean Diesel

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos acusa a Volkswagen de hacer trampa en la homologación de sus motores Clean Diesel y podría aplicarle una multa récord.

Más de la mitad de las reservas de Argentina. 6 veces la facturación anual de una empresa como Arcor. Volkswagen enfrenta por estos días una multa récord de nada menos que 18 mil millones de dólares en los Estados Unidos por parte de la Environmental Protection Agency (EPA, Agencia de Protección Ambiental) que acusa a la automotriz de hacer trampa en la homologación de sus motores Clean Diesel.

La historia es más o menos así: los motores diésel eran casi imposibles de comercializar en Estados Unidos debido a las normativas que rigen en ese país respecto a las emisiones de gases. Pero hace más o menos 7 años, Volkswagen y otros fabricantes -sobre todo alemanes-, lanzaron los motores denominados Clean Diesel, que cumplían con la cantidad máxima de dióxido de azufre que exige la normativa.

Ahora, la EPA acusa a Volkswagen de manipular los valores de emisiones de gases con un dispositivo electrónico. El dispositivo permite a los autos pasar pruebas de laboratorio pese a que las emisiones reales sobrepasan 40 veces los estándares permitidos, por lo que ahora quiere aplicarle una multa de hasta 37.500 dólares por vehículo, que multiplicado por los 482.000 autos vendidos, da la friolera de 18 mil millones de dólares.

El valor de la multa por vehículo en la mayoría de los casos supera al precio de lista de los propios autos.

El motor que compromete al Grupo VAG es el 2.0 TDI (140-150 CV), que viene en los Audi A3 (MY 2009 – 2015), Volkswagen Beetle (MY, modelo de los años 2009 – 2015), Volkswagen Golf (MY 2009 – 2015), Volkswagen Jetta-Vento (MY 2009 – 2015) y Volkswagen Passat (MY 2014 – 2015).

volkswagen clean diesel

 

Lo que hace el dispositivo de VW es detectar cuándo los autos en cuestión están bajo modo de inspección, activándose en el momento del control y desactivándose cuando termina. Este tipo de programación es común en todo el mundo para pasar las pruebas de consumo de combustible y emisión de gases (el proceso es estadarizado y todas las automotrices lo conocen), pero en general los organismos no sancionan, sobre todo en Europa.

«Usar un dispositivo manipulador en autos para evadir estándares de aire limpio es ilegal y una amenaza a la salud pública», indicó Cynthia Giles, administradora asistente de la Oficina para la Garantía de Control y Cumplimiento de la EPA. La multa propuesta es tan grave porque la emisión de dióxido de azufre afecta la salud pública, a diferencia del monóxido de carbono que es el responsable por el efecto invernadero.

Volkswagen ahora debe dar explicaciones satisfactorias o enfrentará una multa que no tiene precedentes en la historia de la industria.

Además de la sanción, la automotriz debe llamar a revisión a los vehículos afectados. No se sabe a ciencia cierta qué va a hacer Volkswagen para cumplir con las normativas, ya que las opciones son pocas: o modifica gran parte de la mecánica con sistemas muy costosos, o baja el rendimiento de los motores para lograr que contaminen menos. Y en este último caso se les puede venir encima otro frente, el de los juicios por publicidad engañosa, ya que los motores tendrán menos potencia y torque.

Volkswagen ya ha dicho que va a cooperar con la investigación, que sigue su curso.
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