Volkswagen anunció hoy una multimillonaria inversión en la región para la producción de nuevos modelos y desarrollo de combustibles. El primer modelo será el Polo Track y podría dar verde a la Tarok.
La automotriz alemana Volkswagen anunció hoy una inversión de 7 mil millones de reales (aproximadamente, 1.000 millones de euros) en América Latina hasta 2026 para la producción de nuevos modelos y «descarbonización y digitalización» de sus vehículos. El primer auto será el Polo Track, algo que ya se sabía informalmente hace algo más de un año.
La inversión fue anunciada en Brasil por el CEO regional Volkswagen, el argentino Pablo Di Si. Si bien no se especificó cómo se repartirá el dinero, la gran mayoría iría a ese país y un poco menos a Argentina, porque nuestro país acaba de recibir US$ 650 millones para la producción de Taos y para la nueva planta de pintura de Pacheco.
El secreto a voces indica que, una vez que ya se hizo esta inversión para producir la plataforma MQB, Volkswagen producirá en Argentina la pickup Tarok, presentada en forma de concept en 2018. Tarok es una camioneta compacta (ver más) de propuesta casi calcada a la Fiat Toro y que competiría también con la recientemente lanzada Ford Maverick.
Polo Track
El sindicato metalmecánico de Brasil fue el encargado de dar las noticias del Polo Track hace más de un año, porque negociaron la salida de producción del Gol. El nuevo Polo Track es una versión simplificada y, a la vez, más aventurera del Polo, y su misión será cubrir la parte baja del lineup de la marca. Llegará en 2023.
El Polo Track también usa la plataforma modular MQB, por lo que será instalada en Taubaté, planta que hasta ahora producía los viejos modelos de Volkswagen como Fox, Gol o Saveiro, todos de plataforma vieja. Cuando se produzca el recambio, prácticamente la totalidad de modelos de Volkswagen usarán la misma base común, logrando ahorrar costos. Eventualmente sólo la Amarok quedará como producto no-MQB, si es que sigue en producción para entonces.
Descarbonización y digitalización
A nivel mundial, Volkswagen viene apostando muy fuerte por la electrificación de sus modelos, pero en la región tiene un ojo puesto en la tecnología flex que se usa en Brasil, con motores que pueden usar tanto combustible fósil como etanol, producido de vegetales (y, como tal, renovable y menos contaminante).
Volkswagen está realizando más inversiones en el Centro de Investigación y Desarrollo de Biocombustibles existente, ubicado en América Latina. Según la marca, «los biocombustibles con un balance de CO2 positivo pueden construir un puente hacia la era eléctrica. Tanto la flota como la empresa serán neutrales en carbono para 2050», indicó en un comunicado.
«El bioetanol es un complemento regional significativo para nuestra estrategia eléctrica, ya que reduce las emisiones de carbono hasta en un 90% en comparación con la gasolina. Es un excelente ejemplo de pensar globalmente, actuar localmente”, dijo Pablo Di Si.
Volkswagen además invertirá en el desarrollo de software, ya que la marca está haciendo productos específicos en la región, como el sistema de infoentretenimiento VW Play, que ahora viene en productos como T-Cross o Nivus, y que fueron desarrollados en Brasil. La idea es exportar estos softwares al resto de las filiales.
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