Hablamos en exclusiva con Daniel Herrero, ex Toyota y ahora al frente de Prestige Auto, la compañía que tomó Mercedes-Benz en Argentina. 

En el mundillo de los CEOs de multinacionales, hay pocos que se destaquen con voz propia. La mayoría pasa pocos años en una filial y es trasladado a otro país, algunos sin llegar a hablar el idioma local. No es el caso de Daniel Herrero, el histórico presidente de Toyota Argentina, uno de los casos de éxito más rotundos en el país y que siempre se destacó por su estilo personalista y exigente.

A los 66 años, Herrero está ahora al frente de un desafío quizás mayor que el de Toyota: liderar Prestige Auto, la nueva compañía argentina que se hizo cargo de las operaciones de Mercedes-Benz en el país. Tomó la antigua planta de Virrey del Pino, donde se fabrica la Sprinter, y la venta de los autos alemanes. Como vicepresidente de la nueva compañía está nada menos que Alfonso Prat-Gay, ex ministro de Economía de la gestión de Mauricio Macri.

El acuerdo con Mercedes para la producción de Sprinter llega hasta 2030 y puede ser renovado cuando el modelo cambie de generación, pero para eso Prestige debería invertir entre 300 y 400 millones de dólares, algo que Herrero ve viable. En tanto, el acuerdo para la distribución de los autos de calle de Mercedes llega hasta 2032, momento en el que también puede ser renovado.

Para lograr ambos objetivos, necesita producir y exportar más que lo que hacía la propia Mercedes-Benz. Herrero lidera la gestión de un grupo inversor, liderado por la familia Peralta, que ha apostado por un negocio que no todos ven tan viable, con una planta que tiene muchos años y una estructura grande, pese a que fue reducida.

Herrero estuvo en Córdoba participando del primer Foro Internacional Automotriz y pudimos hablar en exclusiva con él.

Trajes a medida

Daniel Herrero estuvo en Córdoba participando del FIAC.

Daniel Herrero estuvo en Córdoba participando del FIAC. La estrategia de Herrero es bastante argentina: adaptarse y ser más flexible de lo que eran los alemanes. «Sobre el plan original que tenía Mercedes de producir 14.000 Sprinter, nosotros vamos a estar fabricando este año cerca de 16.000 y ya tenemos los planes de producción para el año que viene donde mínimamente van a ser 20.000», cuenta Herrero.

¿Y cómo lo van a lograr? «Haciendo, por ejemplo, trajes a medida para todos los distribuidores latinoamericanos. Llamé personalmente a cada distribuidor diciendo: ‘Ahora yo tengo flexibilidades que antes esta planta no tenía. Si vos me pedís una Sprinter color verde con pintitas rojas, yo en 15 días te la hago verde con pintitas, y si además me pedís el 5% de descuento y la orden es incremental, yo estoy dispuesto a contribuir en ese proceso'».

«El resultado es que nos incrementaron 30% la orden y en el caso del mercado brasileño nos pusimos de acuerdo en lo que necesitaban, y al precio que lo necesitaban, y ya tenemos la orden para exportarle a Brasil el año que viene 10.000 Sprinter, que es la mitad de la producción».

El arancel general del 10% impuesto por Donald Trump para las exportaciones argentinas a Estados Unidos también da la posibilidad de hacer pequeños embarques para complementar a la Sprinter que se fabrica localmente en North Charleston, Carolina del Sur.

«Argentina tiene una ventaja: hace la Sprinter 19+1 (conductor más 19 pasajeros), que en Estados Unidos no se produce. Entonces, creo que con este arancel de 10% para Argentina, volvemos a tener competitividad para llegar a ese mercado. Ya lo pedimos y de la misma manera también le pedimos a Alemania si podemos abastecer desde Argentina a destinos africanos, porque entendemos que son mercados más difíciles de atender con volúmenes más pequeños. Para Alemania, 20 unidades quizás no representan mucho, pero para nosotros sí».

Mano a mano

Mercedes-Benz CLE 53 4MATIC+ Coupé, viene con un seis cilindros en línea 3.0 litros con doble sobrealimentación, capaz de generar 449 CV. Acelera de 0 a 100 en 4,2″ y sale 229.000 dólares.

¿Le vas a dar más deportividad a la marca Mercedes en Argentina?

Estamos trabajando en esa dirección. Estamos trayendo los primeros G63, también están llegando los CLE 53 y la idea es tener disponibles todas las versiones AMG, que el cliente argentino pueda tener lo mismo que en otros mercados. Además vamos a ver si incursionamos en alguna categoría y ver si podemos organizar con los concesionarios una AMG Experience en autódromos.

¿Están pensando en un segundo concesionario Mercedes en Córdoba o, al menos, una segunda boca más céntrica?

No me preocupa tener uno solo mientras ese dé el servicio adecuado y atienda al cliente como nosotros queremos. Estuve con Daniel González, creo que lo entiende, y creo que vamos a ir para adelante. Una segunda boca sí puede ser, para empezar a tener un trato un poco más especial. Hay que ser honestos con los volúmenes de comercialización, que eran muy pobres, entonces quizás no se justificaba. Hoy puede ser».

Hay mucho ruido en Brasil con lo que está pasando con las automotrices chinas, en especial BYD, que no esperaron la infraestructura y comenzaron a vender autos eléctricos a bajos precios. ¿Creés que la limitación que puso Argentina a 50 mil vehículos electrificados sin aranceles está bien? ¿Hay que ampliarla? ¿Reducirla?

El gran tema es que si uno ve la evolución de los chinos en la historia, es el derivado de una política de Estado que fomentó la investigación y desarrollo, que incentivó la inversión en ese tipo de vehículos y también está incentivando la exportación de esos vehículos. BYD en 2020 hizo 400 mil autos y hoy es el líder mundial con 3 millones y medio de autos.

Entonces, indudablemente hay una política de Estado que acompaña ese movimiento. Es muy difícil competir si no tenés equidad de condiciones. Si vos tenés que competir con una matriz impositiva argentina cargada sobre la producción contra un vehículo chino incentivado desde el Estado, con el desarrollo del Estado y con incentivo a la exportación… vas a estar complicado.

Creo que hay que trabajar mucho. Sí creo que se puede competir con el servicio. Si se te rompe algo vos sabés que acá te lo vamos a conseguir, por eso estoy trabajando fuerte en el área de posventa».

Daniel Herrero en la histórica planta de Virrey del Pino, donde se produce Sprinter para mercado interno y exportación.

¿Estás implementando lo mismo que hiciste en Toyota, escalar rápido los casos de clientes para que te lleguen a vos y dar una solución?

Sí, sí, ya lo pusimos en marcha, ya tenemos algunas experiencias de clientes satisfechos. Es nuestra forma de ser consistentes. No podés decir que lo primero es el cliente y no atenderlo.

Si tuvieras que pedir un top tres de prioridades al gobierno, ¿cuáles serían?

Para mí son previsibilidad, infraestructura, y la última es una reforma impositiva, ni siquiera te pido que me la des ya. Porque yo entiendo que si no podemos pagar jubilaciones, sería ridículo que me bajen el impuesto al lujo. Pero sí un plan de reforma impositiva, y cómo se va a implementar de acá para adelante. Eso te permite hacer planificaciones más largas y empezar a desarrollar innovación porque si, en este contexto, vos no innovás, no te movés a este proceso de electromovilidad y de conectividad, vas a terminar fabricando vehículos viejos para destinos de países en desarrollo.


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