El nuevo CEO mundial de Renault, Luca de Meo, adelantó que habrá despidos en Brasil y una reestructuración de productos, que podría dejar afuera a los nuevos Sandero y Logan para dar lugar a productos más lucrativos. 

La pandemia ha acelerado procesos en la industria automotriz, que se enfrenta al desafío del cambio de paradigma: en pocos años no se podrán vender más autos a combustión en Europa, y los que no inviertan se quedarán fuera del negocio. Ese proceso ya comenzó hace tiempo y comienza a afectar también las operaciones en Sudamérica.

La noticia del mes fue la salida de Ford de la producción de autos en Brasil, una bomba que todavía no se ha apagado. En el medio, el CEO mundial de la nueva Stellantis (Fiat y Peugeot), le puso un ultimatum a los gobiernos de la región: deben decidir si quieren tener industria automotriz o no.

Ahora es el CEO de Renault quien dio fuertes declaraciones a Automotive News Europa: la automotriz va a redireccionar su negocio en Brasil hacia autos de mayor rentabilidad y para eso bajará un turno de producción y despedirá al menos a 800 trabajadores.

¿Adiós a Logan y Sandero?

En la entrevista, De Meo sostiene que han logrado buena participación en Brasil pero han sacrificado rentabilidad:

«Mientras buscábamos volumen y participación de mercado, ingresábamos a todos los mercados de los segmentos inferiores para facilitar el alcance de los volúmenes y establecer una planta que fuera lo suficientemente grande para ser eficiente. Pero no dimos el siguiente paso. Eso significa, por ejemplo, que en Brasil localizaríamos un automóvil económico como el Logan y cuando alcanzara su participación de mercado del 5 al 6 por ciento y llenara la planta con 150.000 o 200.000 vehículos anuales. Entonces lo correcto era introducir un automóvil en un segmento superior para «asentar» la marca en una posición coherente con la posición de la marca a nivel mundial, y también tal vez un automóvil que le dé más margen. Esto no sucedió«.

«En Brasil, como ejemplo, el equipo recibió la meta de una participación de mercado del 10 por ciento, por lo que en un mercado de 3 millones de automóviles preparamos una capacidad de 300.000 automóviles. Luego, vendimos 200.000, luego 150.000 y luego 80.000. Lo que tenemos que hacer en Brasil es, en primer lugar, bajar el punto de equilibrio. Eso significará recortar turnos, desafortunadamente despedir a más de 800 personas».

A continuación pone de ejemplo a FCA, que luego de hacer vehículos masivos con Fiat logró rentabilidad con productos de mayor valor, como los de la marca Jeep:

«Siguiendo los ejemplos de Volkswagen e incluso de Fiat, que pasaron de solo productos Fiat a Jeep y tuvo mucho éxito. Por eso, debido a que la economía es un poco incierta, congelaremos la inversión en el corto plazo. Pero, reutilizaremos el dinero en cosas como Bigster y Duster [SUV], en versiones de Renault, para que podamos elevar el precio de transacción promedio».

Si bien es la primera vez que Renault habla directamente de recortes, lo cierto es que esto tiene que ver con los planes presentados con el nombre de Renaulution, que ya establecía el objetivo de lograr mayor rentabilidad y dejar de mirar la participación de mercado.

Se suponía que eso implicaba la producción de los nuevos Logan y Sandero en Brasil, con una nueva plataforma que sería común con todos los productos también de Nissan y de esa manera mejorar la rentabilidad. Pero ahora De Meo habla de congelar las inversiones a corto plazo y centrarse en productos de mayor precio, aunque pierdan volumen de ventas. También confirma el Bigster (ver detalles) para Brasil, pero para más adelante.

No sabemos cómo esta nueva estrategia golpeará en Argentina, ya que aquí también se hacen Logan y Sandero. Se sabe que la idea de la marca es centrar la planta de Córdoba en la producción de vehículos comerciales, como las pickups Nissan Frontier y Renault Alaskan.

Visto en Argentina Autoweb. 

Entrevista en Automotive News Europe.

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