Pablo Sibilla, presidente de Renault Argentina, le informó hoy al gobernador Juan Schiaretti que quieren ampliar la capacidad de Santa Isabel pero dependen de que Nación los deje importar piezas. 

El presidente de Renault Argentina se reunió hoy con el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti y le adelantó que quieren crear mil nuevos puestos de trabajo en la planta de Santa Isabel, ubicada al sur de la ciudad de Córdoba. La mitad de esos empleos serían directos y la otra a través de distintas autopartistas, pero dependen de los derechos de importación que decide Nación.

«Sibilla manifestó que, si se autoriza el ingreso de insumos importados para la producción de autos, la planta de Santa Isabel podría implementar en septiembre un segundo turno de trabajo, lo que significaría la creación de 1.000 nuevos puestos de trabajo, 500 directos y 500 indirectos», indicó gobierno provincial en un comunicado.

La referencia a los «insumos importados» es un claro mensaje para el gobierno nacional encabezado por Alberto Fernández, que controla el acceso a divisas vía importación de autos y autopartes. En todas las fábricas la situación es muy complicada, porque no se autoriza ninguna compra incremental. Aunque parezca increíble, esto significa que no se puede aumentar la producción de autos porque no hay insumos.

Pablo Sibilla (izquierda), junto a Schiaretti y Eduardo Accastello.

La planta de Santa Isabel anunció una inversión hace poco de 130 millones de dólares vía Nissan (que son una alianza con Renault) para la producción de rediseño de la Frontier y para nacionalizar piezas que actualmente son importadas. Parte de esto está en juego en esta disputa de las automotrices con el gobierno nacional.

En particular, la empresa Lear quiere hacer mazos de cables en San Francisco para proveer a Santa Isabel de una autoparte que actualmente llega de Brasil. Lear ya produce estos mismos mazos para el Fiat Cronos.

Nissan-Renault actualmente producen las pickups Frontier y Alaskan, con la misma base. La pickup de Nissan se exporta a Brasil y se vende en Argentina, mientras que la de Renault por ahora sólo se hace para el mercado interno. La planta necesita aumentar la producción para poder exportar Alaskan (a Chile y Brasil, entre otros), uno de los supuestos objetivos del gobierno nacional, pero para ello necesita más piezas.

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