Pasó un nuevo track day por Córdoba con nada menos que cuatro Nissan GT-R como protagonistas. Autos, camaradería y buen clima. Todas las fotos.
Son muchas las cosas que no sabemos y sobre las que no tenemos control, pero hay dos certezas que las podemos escribir en mármol: en los track days de TDA hay buenos autos y no llueve. No sabemos con quién pactó Sebastián Auad, pero tiene garantía de buen tiempo para sus eventos. El sábado, en el autódromo Cabalén, se confirmaron una vez más las dos verdades.
Lo de los autos tiene lógica, ya que Auad viene realizando días de pista hace bastante tiempo (éste fue el número 21) y en todo el país, por lo que conoce como nadie el know how de este tipo de eventos que combinan diversión, adrenalina, camaradería y, por supuesto, buenos autos. Lo del clima es más difícil, ya que quienes nos levantamos temprano el sábado y miramos al cielo pensamos que el hechizo se había terminado.
Pintaba para día de lluvia, pero todo quedó en un viento fuerte y frío que complicó sólo un poco en las primeras horas, bajando la temperatura del asfalto y pegando de costado en la larga recta del fondo del circuito largo del Cabalén.
El día de la bestia
Así como el track day de hace un par de años será recordado como el día en que giró (y chocó) una Ferrari, éste sin dadas llevará la marca de Godzilla. En Argentina hay solamente dos (o tres) Nissan GT-R, la bestia japonesa de tracción integral pensada para competir de igual a igual con los poderosos alemanes. En Córdoba, el sábado, hubo CUATRO.
Tres vinieron en camión desde Brasil, donde el pimentero José Ruette tiene una pequeña flota de superautos, entre ellos estas tres coupés potenciadas de distinta manera, con caballitos que van desde los 600 hasta cerca de los 900. Pero la alegría no es sólo brasileña, y también hubo una GT-R argentina que vino de Santiago del Estero y que tampoco estaba inmaculada como salió de fábrica: con un kit de preparación, acusaba 570 caballos aunque el brasileño «denunció» que en realidad estaba más cerca de los 600.
Si bien las estrellas indiscutidas fueron las GR-R, en Alta Gracia hubo de todo y para todos los gustos. Desde un Civic chileno preparado tipo TC, hasta un par de americanos pura sangre, pasando por supuesto por la infaltable VAG gang y los siempre presentes Mégane RS. Tres destacados que no podemos dejar de mencionar: un Audi TT RS de llantas fluo, un raro Chrysler Crossfire y un Mercedes C63 AMG.
Pero hubo mucho más: los clásicos Mitsubishi Evo, Subaru Impreza, varios Civic, las también clásicas de los track days Hyundai Genesis y Toyota 86, un Camaro en pista (y otro en boxes), un Mustang, la Corvette amarilla que ya la vimos varias veces, dos Porsche y un hermoso BMW M3, entre muchos otros.
Además de los autos, dos cosas más para destacar: lo amplia de la convocatoria, que incluyó participantes de 8 provincias, Brasil y Chile; y que por suerte no hubo casi incidentes, más allá de algún trompo o la GT-R argentina podando el césped del Cabalén a 200 km/h.
Al final, como siempre, hubo vueltas cronometradas y ahí mandaron los caballos. El más rápido, de más está decirlo, fue una las tres chicas del brasileño, que le sacó más de seis segundos a la GT-R argenta, seguidas por el Honda chileno. A increíbles 3 centésimas quedó el TT RS y más atrás y en orden: Scirocco 2.0, tres Mégane RS, Mitsubishi Evo y Honda Civic.
Al final de la jornada hubo premiación, sorteo de regalos y un buen momento de camaradería. Hasta el próximo track day, ya lo estamos extrañando.
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