CarsDrive pudo probar la entrada de gama de este SUV japonés que ya es un clásico en nuestro país. Estas son nuestras impresiones.
- Toyota RAV4 4X2 CVT
- Origen: Japón
- Precio: U$S 42.500 / $ 244.800
- Garantía: Tres años o 100 mil km.
Fue una de las precursoras y era una de las renovaciones más esperadas. A principios de año (en abril) y con poco diferencia del resto del mundo, Toyota Argentina sacó a la venta la cuarta generación del SUV (Sport Utility Vehicle) compacto RAV4. Se trata de uno de los productos que rompió el mercado allá por 1994 con la aparición de las llamadas 4×4 lights, vehículos pensados para algunas incursiones off-roads pero que la mayoría de la gente los utiliza como una auto más en las ciudades y las rutas. Desde esos primeros días se dio una competencia que ya puede catalogarse como histórica con la Honda CR-V, alternándose en los ránkings de más vendidos año tras año. Hoy por hoy la competencia se ha diversificado y casi todas las marcas tienen propuestas para este segmento, como por ejemplo Hyundai Tucson, VW Tiguan, Chevrolet Captiva, Ford Kuga, Renault Koleos y un largo, largo etcétera.
Sin embargo, para muchos RAV4 y CR-V siguen siendo los reyes del segmento, y por eso esta cuarta generación era muy esperada (el CR-V se actualizó el año pasado). Ambos comparten también un problema similar: son importadas (en el caso del RAV4 de Japón y el CR-V de México) y suelen tener bastantes dificultades de stock. Salvo que uno tenga mucha suerte o apunte a la versión tope de gama, tiene que hacerse de bastante paciencia para hacerse con un modelo de estos vehículos, con esperas de tres a cinco meses salvo contadas excepciones.
Nosotros con sólo esperar un par de semanas pudimos acceder a un préstamo de la versión más barata del RAV4 2013, con tracción simple, motor 2.0 y caja CVT.
Exterior
Los cambios en el RAV4 han sido totales. La trompa es totalmente nueva y ha dado un salto enorme en el diseño, dejando atrás las parrillas más clásicas de Toyota para pasar a ser el abanderado de los nuevos diseños de la marca que pronto veremos en el resto del catálogo.
Todos los rasgos de diseño redondeados que eran una marca de fábrica de Toyota, ahora pasan a ser más afilados, empezando por la nueva parrilla, que ahora tiene sus líneas en “V” y no horizontales. Todas las líneas del nuevo RAV4 son más marcadas y ascendentes, que dan como resultado un producto más dinámico y musculoso, quizás resignando algo de sobriedad.
En la parte posterior es donde los cambios se han hecho más evidentes todavía, principalmente por dos motivos: las luces ahora son horizontales e invadieron el portón trasero; y ya no está la famosa rueda de auxilio colgando atrás. Toyota por fin dio por finalizada una etapa y metió a la rueda de auxilio dentro del baúl, lo que resulta más limpio y seguro, y permitió el cambio en el sentido de apertura del portón, que ahora es hacia arriba. Ya no hace falta tanto espacio detrás del auto para poder abrirlo.
Si lo vemos desde el lateral, el “efecto anabólicos” se logró gracias a pasarruedas más redondeados que en la versión anterior, y en la línea de cintura ascendente, que conjugada con la línea de caída del techo, le da un toque deportivo.
Yendo a las especificaciones, la nueva generación es 30 mm más ancha y 5 mm más baja que su versión anterior y el largo total se ha reducido en 55 mm, producto de la desaparición del auxilio detrás. La distancia entre ejes ha permanecido en 2.66 metros y el despeje del suelo es algo menor, situándose ahora en los 176 mm. Es un dato a tener en cuenta, ya que combinado con el diseño del spoiler delantero, puede tocar en algunas situaciones si no tomamos precauciones. Está claro que este diseño de trompa moderniza el aspecto general del RAV4, pero en este caso puede resultar menos práctico que el diseño anterior.
El rediseño del RAV4 generó bastante controversia en todo el mundo, quizás por ser un modelo emblemático de la marca y también porque el usuario de Toyota parece ser más bien conservador en términos de diseño (y si no, fijarse en el monótono y siempre vendedor Corolla). A nosotros nos gustó mucho la nueva generación, más de atrás que de adelante, con un conjunto que se nota mucho más moderno.
Interior
Por dentro también hubieron muchos cambios respecto a la versión anterior, pero en general reina el mismo principio de sobriedad y practicidad, sin rarezas ni detalles hi tech. Hace pocos días tuvimos contacto con uno de los rivales del RAV, el Ford Kuga y te lo contamos en esta nota. Cuando uno se sube al Kuga tiene la sensación de estar por pilotear una nave espacial, con ese gran tablero central y las dos pantallas que en modo stand-by tienen un aspecto muy matrix. En cambio, subirse al RAV4 es como estar en un lugar conocido de inmediato, con todas las cosas donde deben estar y sin nada produzca demasiadas distracciones. El stereo grande (doble din) y sencillo, con toda la conectividad necesaria y en esta versión no hay climatizador ni pantalla de touch, como sus hermanas más caras. Personalmente, nos parece que el color azul de las luces del stereo, así como el pequeño reloj digital, se ven un poco demodé en 2013. Pero está claro que Toyota no apunta a un público totalmente joven con la RAV4.
Algunas de las cosas que no trae esta versión entrada de gama en comparación con las otras son: el climatizador, la regulación eléctrica de los asientos, el techo solar eléctrico, el tapizado de cuero (sí en el volante y en apliques en el torpedo ), asientos delanteros calefaccionados, encendido por botón, control de velocidad crucero y la pantalla touch que incluye la cámara de retroceso (tampoco trae los sensores de estacionamiento). Sí trae regulación eléctrica de los espejos, volante multifunción, cuatro levantavidrios eléctricos y cierre centralizado con comando a distancia. El detalle de equipamiento se puede ver en este archivo.
Nuestra evaluación respecto al equipamiento es la siguiente: si bien se nota el esfuerzo de Toyota por crear una versión entrada de gama más accesible, por 244.800 pesos debería traer más equipamiento, tanto de confort como de seguridad (trae ABS, doble airbag, cinco cinturones inerciales, antinieblas trasero pero no delanteros y anclajes isofix). Es cierto que casi todo lo que puede pedirse está disponible en las versiones más caras, pero a un producto japonés como la RAV4 uno siempre le pide más. También es cierto que la entrada de gama de la CR-V tiene los mismos faltantes, pero cuesta casi 20 mil pesos menos.
El confort inmediato que se siente al sentarse en un RAV4 no ha cambiado y es una marca registrada. Los asientos son amplios y muy cómodos, la posición de manejo es elevada como en todos estos vehículos y los apoyabrazos y portaobjetos hacen que uno tarde sólo segundos en sentarse, arrancar y sentirse como en el living de su casa. La visibilidad es buena en todos las direcciones y el instrumental es muy sencillo y claro.
Las plazas traseras también son un ambiente muy cómodo, con espacio suficiente para tres adultos, sus piernas y cabezas. Ayuda mucho el piso casi plano, sin el típico túnel central. Hay apoyacabezas y cinturones inerciales de tres puntos para todos y el respaldo se reclina. No se puede pedir nada más. El baúl perdió un poco de capacidad y forma. Al tener ahora el auxilio adentro, el piso ya no es totalmente plano y el volumen bajó a 450 litros, que no parecen pocos. Por suerte, el auxilio es idéntico a las otras cuatro ruedas.
En marcha
El Toyota RAV4 ha cambiado totalmente su funcionamiento mecánico. Ahora los motores disponibles son dos: en las versiones 4×2, el motor es un 2.0l 16 válvulas y distribución variable combinado con una caja VVT (variador continuo) y las 4×4 es un 2.5l de igual distribución pero con caja automática convencional de seis marchas. El primero brinda 146 Cv a 6.200 vueltas y 187 Nm a 3.600; mientras que el 2.5l eroga 180 caballos a 6.000 Rpm y 233 Nm de torque a 4.100.
Hemos podido manejar muchos kilómetros de la RAV4 4×2 anterior, con el motor 2.4l y la caja automática de cuatro marchas y ahora probamos el 2.0 CVT y los cambios son notables. Para quienes no conozcan, las cajas CVT no poseen marchas propiamente dichas, sino un variador contínuo que establece numerosas relaciones como el motor le demande. Comparativamente, es mucho más eficiente, lo que ha mejorado los consumos y la autonomía (uno de los principales problemas de la anterior RAV4) y es más suave al andar, ya que en ciudad prácticamente no se sienten los cambios. Para quien no esté acostumbrado a este tipo de cajas puede resultar un tanto desconcertante al principio, porque no se sienten los típicos tirones de la anterior caja, que era rápida para hacer rebajes y brindar toda la potencia. La caja CVT también es rápida pero mucho más suave y es ideal para olvidarse totalmente de los cambios, por más que uno tenga la posibilidad de cambiarlos secuencialmente desde el selector. Nuestro consejo es este: si les gustan más las cajas tradicionales, tener algo del control sobre los cambios y una conducción más deportiva, vayan por la automática de sexta. Si lo único que les interesa es subirse al auto, poner la radio y despreocuparse lo más posible de la conducción, la CVT es la mejor opción.
La suspensión y dirección están más pensadas para ciudad que para off-road, con un andar súper confortable aunque quizás un poquito más duro que la anterior generación. En tierra brinda la seguridad y la aislación de un SUV, que la hace desplazarse rápidamente y casi sin darnos cuenta que no tenemos pavimento. En terrenos más desparejos su despeje acotado (sobre todo adelante) y su tracción simple nos recuerdan que es un vehículo pensado más para el uso diario que para las travesías. En ruta es muy confortable, con una insonorización brillante como siempre, que mejora con la caja CVT, ya que a 130 km/h el motor ahora viaja a algo más de 2 mil vueltas. La dirección es firme en velocidad y en conjunto con la suspensión se bancan bastante bien los vientos cruzados. Responde muy bien en la curvas teniendo en cuenta su porte y que no trae control de estabilidad.
Llegando:
El RAV4 ha tenido su esperada renovación en todo el mundo y por suerte Toyota Argentina lo ha traído casi en simultáneo a nuestro país. A diferencia de otros, a nosotros el rediseño exterior nos ha gustado mucho y justamente donde más controversias ha generado, que es en la parte posterior. Nos parece que está muy bien logrado y que moderniza mucho al producto, sobre todo al sacar el auxilio del portón trasero. Lo que menos nos gustó del nuevo diseño es que la parte baja del frontal, que si bien ayuda en los estético, queda demasiado expuesto a toques en terrenos desparejos.
El interior es todo lo confortable y amplio que uno recordaba del RAV4 y seguramente es uno de los motivos por los que muchos clientes no compran un nuevo auto, sino que renuevan la RAV cada cuatro años. En cuanto al equipamiento, si bien está al mismo nivel que todos los rivales y la idea de Toyota es segmentar más la gama con cuatro opciones para que cada cliente elija, nos esperábamos algo más por este precio, sobre todo en seguridad o en detalles como los sensores de estacionamiento.
La caja CVT nos parece una opción más que interesante para una gran mayoría de los usuarios de este tipo de vehículos, que buscan más seguridad y espacio que prestaciones deportivas o incursiones off-road. Es silenciosa, rápida y muy suave que hace que uno se olvide totalmente de eso que hacen el resto de los mortales con su mano derecha.
AGRADECEMOS A CENTRO MOTOR POR EL PRÉSTAMO.
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