Probar autos en la vía pública sin que sean descubiertos por los fans es todo un desafío para las automotrices y por eso Ford desarrolló un nuevo tipo de camuflaje que disfraza mejor las formas.
Entre las miles de cosas que una automotriz debe tener en cuenta a la hora de desarrollar un nuevo auto hay un tema que parece menor, pero no lo es. Los nuevos autos deben probarse en las calles y rutas por las que va a circular normalmente, pero no deben ser visto ni por las otras marcas ni por el público en general.
Las razones del ocultamiento son obvias: hay que mantener el secreto hasta su lanzamiento comercial. Pero, en la era de los smartphones, donde cada persona tiene una cámara en su mano, estos autos disfrazados llaman la atención más de lo que debieran y terminan siendo retratados hasta la selfie.
Cada marca tiene su propia estrategia de camuflaje, que normalmente comienza con lo que se denominan «mulas«, autos montados sobre la carrocería de otro modelo, para hacer las primeras pruebas dinámicas. Luego se pasa a placas que tapan toda la silueta, hasta llegar al ploteo como el que se ve en las fotos de arriba. Conforme pasa el tiempo, menos partes se esconden.
Ford acaba de desarrollar un nuevo tipo de camuflaje que, espera, oculte mejor las formas de los autos. Se llama «3D Brick» y crea una ilusión óptica para confundir a los curiosos e impide que las cámaras de los celulares los enfoquen a la perfección.
Hecho en vinilo adhesivo superliviano, el 3D brick de Ford tarda dos meses en ser elaborado para un determinado modelo. Ford explica que el desarrollo de un nuevo auto es un proceso riguroso y, por supuesto, parte de lo tests incluyen en rodaje por calles comunes, simulando las condiciones del día a día de los clientes.
Marco Porceddu, ingeniero de prototipos del área de Desarrollo de Producto de Ford en Europa, es el diseñador de este nuevo tipo de camuflaje. Creo un padrón que debe ser copiado y superpuesto varias veces, creando una ilusión óptica con efecto 3D.
El camuflaje logra que el auto sea visto en la calle -y de hecho llama bastante la atención- pero logra desestructurar las formas y la superficie del vehículo, retardando la capacidad del cerebro de reconocer sus características clave.
Martin Stevens, profesor de la Universidad de Exeter, dice que esta ilusión óptica «juega con la habilidad de medir las profundidades y las sombras, dificultando la visión de las formas y características de un auto. Es un truco que habitualmente se utiliza en la naturaleza».
De este modo, las marcas tratan de hacernos la vida más difícil a los que queremos conocer de antemano a los nuevos modelos. Esperamos que esto no los desaliente a tomar fotos cuando vean una auto camuflado y lo manden a @info@carsdrive.com.ar
Visto en noticiasautomotivas.com.br
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