La Asociación de Concesionarios de Argentina le pide la gobierno que el estado pague la totalidad de los sueldos de los empleados por tres meses. «Ya le avisé al sindicato SMATA que sin ayuda este mes no pago», dice un empresario.
«Yo es Smata ya avisé que este mes sin ayuda no pago los sueldos» es uno de los mensajes de whastsapp que circulan entre los empresarios de la asociación de concesionarios Acara. Smata es el sindicato metalmécanico, que también incluye a los vendedores de autos.
Acara le está pidiendo directamente al gobierno que el estado pague los sueldos de los trabajadores de los concesionarios por los próximos tres meses. «Tal como lo han hecho varios de los países más representativos del planeta, el Estado debe aplicar medidas de impacto directo sobre el sector de los trabajadores privados, para cumplir un principio de equidad, con respecto a los trabajadores públicos», dijo Ricardo Salomé, presidente de la entidad.
« Lo justo sería hacerse cargo de los sueldos privados por estos 3 próximos meses para los 6 millones de trabajadores del sector privado, ya que el aislamiento ha hecho que el ingreso sea cero para las empresas que los emplean. Hoy debemos ser mas keynesianos que nunca», agregó, haciendo referencia a las medidas expansionistas de John Maynard Keynes.
«Hasta Trump lo está haciendo», justificó. «Tenemos estructuras para 700.000 autos, somos los mayores empleadores del sector, y con suerte llegaremos a las 200.000 en este 2020 dramático. Para que se cumpla la promesa del Presidente, de que no va a dejar caer ni una empresa, necesitamos imperiosamente soluciones adecuadas de implementación fácil y rápida para un problema excepcional. La solución es entre todos”, completó Salomé.
Los concesionarios de Argentina están cerrados desde el comienzo de la cuarentena, que fue el 20 de marzo. En ese mes las ventas cerraron anticipadamente con una caída del 55,2% y en abril directamente no ha habido más que algunas pocas operaciones online. Los registros del automotor están cerrados.
Desde el gobierno han dejado entrever que el sector automotor sería uno de los primeros en abrir cuando se comience a levantar la cuarentena, empezando por los concesionarios. Las fábricas serían un segundo paso, teniendo en cuenta que, salvo las que tienen pedidos de exportación pendientes- el stock local disponible es altísimo.
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