Test drive de uno de los autos del momento, nuevo Chevrolet Onix Plus LT con motor 1.2 de 90 CV y caja manual de quinta. Una de las opciones más económicas y mejor equipadas del segmento.
General Motors está tratando de patear el tablero con toda una nueva generación de vehículos del segmento B (el que más se vende en Argentina) encabezada por el Onix y el Onix Plus, como se llama la nueva generación del sedán conocido hasta ahora como Prisma.
El primer Onix fue la respuesta que pudo dar GM a un fuerte momento de crisis derivado del crack de 2008. Era un auto barato de fabricar, pensado exclusivamente para Sudamérica, con motores económicos pero viejos. No sé si ellos esperaban que tenga el éxito descomunal que tuvo, siempre impulsado por un precio competitivo gracias a su estructura, que le valió reprimendas por parte de al organización de seguridad vehicular LatinNCAP.
Sobre ese éxito, GM decidió dar un salto grande y desarrollar un nuevo auto popular pero ahora de escala global, por lo que se asoció con la china SAIC para crear toda una nueva generación de vehículos, cuyo segundo acto será la Tracker.
Ser global -aunque sea para los mercados emergentes globales- tiene sus ventajas. La nueva plataforma GEM es súper segura (pasó a ser el niño mimado de LatinNCAP, con recomendación especial), se modernizaron totalmente los motores y se le dio mucho equipamiento, algo que sólo es viable en gran escala.
El nuevo Onix tiene como highlight su motor 1.0 turbo tricilíndrico de 116 CV y 160 Nm de torque. Pero por abajo, hay un 1.2 también de tres cilindros, sin turbo, de modestos 90 caballos. Ese motor, podemos presumir, será el más vendido de la gama, y por eso tenía urgencia por probarlo. Lo pude hacer por gentileza de la gente de Chexa.
Chevrolet Onix Plus LT Tech OnStar 2020 (1.2 90 CV MT5)
- Origen: Brasil
- Precio: $1.018.900
- Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros
Ser global tiene ventajas y desventajas. Las primeras ya las repasamos, y en las segundas hay que mencionar cierta tendencia a un diseño anodino, ya que debe gustarle a todo el mundo. Esto aplica sólo a autos masivos, que son usados por particulares de todas las edades, por empresas y por taxis, uber y similares. El Corolla es el mejor ejemplo: un auto agradable para todos pero que no levanta suspiros.
El nuevo Onix tiene algo de esto. Es lindo, está bien, mejoró mucho pero no parece destinado a ser un objeto de culto. El hatch, como siempre, es un poquito más picante, pero el sedán tiene proporciones agradables y cierto refinamiento, quizás causado por la novedad. Para mí Virtus y Cronos son más lindos, el Yaris sedán puede andar cerca, y supera por bastante a Etios sedán, Logan, Ka+ y algunos otros que quedaron de otra época. Son gustos.
Es un diseño bastante básico que fácilmente podría ser decorado en versiones especiales con detalles que lo dejarían más llamativo. En particular, sorprende el uso de llantas de chapa con embellecedores para la versión más cara con motor 1.2, calzando llantas de 15″. Las de aleación con cubiertas más grandes y finas vienen con el equipamiento Premier.
La vista trasera es la que más nivel tiene, con ópticas bipartidas y bastantes curvas. La tapa del baúl es bien plana y termina casi en una boca de pato, que le da cierto refinamiento. La caída del techo es pronunciada, como se usa ahora, aunque comprometa un poco el espacio trasero. Mide 4,47 de largo, 1,73 de ancho y la distancia entre ejes es de 2,6 metros.
Es un diseño muy correcto, que agrada y está bien logrado, pero me queda la duda si generará el necesario quiero tenerlo para ser el auto más deseado. El Toyota Etios probó que no es necesario ser el más lindo del barrio para ser el más vendido.
Por dentro
Aquí es uno de los lugares donde GM pateó el tablero, ya que le dio al Onix equipamiento muy alto para el segmento, comenzando por los seis airbags de serie y el control de estabilidad (y tracción). También tiene internet a bordo, sensores de presión de neumáticos, cargador inalámbrico de celulares y las versiones más caras agregan cosas como sensor de ángulo muerto o asistente al estacionamiento.
Por supuesto, salvo los airbags de serie, todo se va agregando o quitando según versión. Esta se denomina Onix Plus LT Tech OnStar y es la más cara de las que vienen con motor 1.2. Su equipamiento es notable y sólo desentonan un poco las mencionadas llantas de chapa y el volante, que no se regula ni en altura ni en profundidad.
De todas maneras la posición de manejo no es difícil de hallar, los asientos y tapizados son bastante cómodos (la butaca es algo corta) y todo el layout o disposición de los elementos dentro de la cabina es muy ergonómico y lógico. Las visibilidad general es buena y hay cámara de marcha atrás (y sensores, exclusivos del sedán) para maniobras de estacionamiento.
El tablero tiene dos relojes grandes y una pantalla monocromo al medio, que parece medio demodé para 2020, pero que cumple su función perfectamente (al estilo de las de VW), con buena y mucha información. Se destaca la presión de los neumáticos, que no es indirecta como en los modelos de FCA (Renegade-Cronos-Argo, nos dice si alguna está baja porque gira a una velocidad distinta al resto) sino que mide exactamente cuántos psi tiene cada rueda (como en Toro-Compass).
La pantalla multimedia está muy bien, sin GPS nativo pero con la posibilidad de emparejar celulares. Es relativamente rápida, la música suena bastante bien y tiene todo lo que más o menos un se espera en 2020. Como gran plus está el sistema de internet a bordo, que usa un chipa de Claro y permite conectar hasta 7 celulares a un radio de 30 metros. Si valdrá la pena pagar o no el abono una vez que se termine el período de gracia es algo que no me queda para nada claro, salvo casos especiales como vehículos de Uber.
La habitabilidad para cuatro personas es buena, atrás el techo es algo bajo (una característica común a todos estos nuevos autos con techo de mucha caída), tiene sensores de cinturón ajustado en la plaza trasera y anclajes Isofix para sillas infantiles. Cinco personas entran (y tienen su cinturón de tres puntos y apoyacabezas), pero el ancho de hombros hará que no vayan cómodos.
El baúl tiene 469 litros bien aprovechables, pero son menos que los de varios productos de la competencia. Adentro hay un auxilio de tipo temporal de medida mucho más pequeña que el resto, lo que es inentendible para un auto que trae llantas de chapa.
La calidad de terminación en general es regular, con plásticos muy duros y algunas rebarbas en zonas como el espejo interior o la palanca de cambios. Se nota también en la falta de revestimiento en algunas partes del baúl o en la falta de manijas para agarrarse del techo en la parte de atrás (sí tiene en el lado del acompañante). Se nota que hubo un ahorro en algunas cosas, pero nada es grave como para disuadir una compra.
A modo de resumen del interior: estamos hablando de un auto 5 estrellas en seguridad, con más equipamiento del habitual, buena habitabilidad, chiches como internet a bordo, sin grandes faltantes y con una calidad de terminación regular. El balance es muy bueno.
En marcha
La gran duda que tenía yo y seguramente mucha gente es: todo muy lindo con seguridad y equipamiento, pero, ¿el motor 1.2 de sólo 90 CV se la banca? Adelanto la respuesta: sí, para la mayoría de los usos está bien, es correcto y consume muy poco. No, no es un auto veloz ni picante, es un auto racional para los tiempos que corren.
Se trata de un pequeño tres cilindros totalmente nuevo de 1.2 litros de cilindrada, 12 válvulas, inyección indirecta, de 90 caballos y 115 Nm de torque a 4.200 rpm. La caja es una manual de cinco marchas con tracción delantera, frenos a disco adelante y a tambor atrás, suspensión trasera de eje de torsión sin barra estabilizadora.
Ni los caballos ni el torque son muchos, pero mueven más que bien los 1.055 kg de esta versión, con una relación de caja bastante corta (lógico). Acelera de 0 a 100 km en algo más de 12 segundos y pasa de 80 a 120 km% en casi 14 segundos, prestaciones que no vuelven loco a nadie pero que están en lo que uno imagina para un auto de estas características.
Como otros motores multiválvulas, el motor da lo mejor de sí a altas revoluciones, por lo que muchas veces es recomendable bajar hasta la tercera marcha a la hora de los sobrepasos. La relación de la caja es algo corta para no dejar sin prestaciones al auto, por lo que a 130 km/h el motor gira a casi 4 mil vueltas, pero no se siente que viaje muy enrroscado.
Aquí hay que marcar que la prioridad está en el consumo de combustible, que es realmente bajo: en ciudad va desde los 8,3 a los 9.5 litros cada 100 km (dependiendo del tráfico), en ruta puede llegar a sólo 6,3 litros a 100 km/h y nunca llegan a dispararse significativamente. La situación más complicada para el Onix es en subida con el auto muy cargado y el aire acondicionado puesto.
El andar es correcto para un auto del segmento B, el eje trasero es algo áspero -se siente duro a la hora de los reductores de velocidad-, pero en general se desempeña correctamente. Está por debajo del Virtus y también del Cronos a la hora de doblar fuerte, pero tampoco uno siente inestabilidad. Es de irse un poco de trompa (subvirancia), algo que sucede en casi todos los autos de tracción delantera. No se lo siente navegar con los vientos cruzados.
La dirección tiene asistencia eléctrica y, como tantas otras, es muy liviana a bajas velocidades para maniobrar y se endurece un poco en ruta. El tanque de combustible carga 44 litros, lo que afecta un poco a la autonomía. Por cierto, GM recomienda nafta Infinia, es decir, nafta grado 3 o premium.
La insonorizacion es muy buena para el motor, pero sí se siente un poco el ruido de la rodadura de los neumáticos. También el viento arriba de 120 km/h se siente un poco, pero nada que moleste demasiado a la hora de viajar.
Llegando
La verdad es que temía que el motor 1.2 de 90 CV no estuviese a la altura de las circunstancias en este nuevo Onix 2020, pero la verdad es que sí lo está. Es un buen complemento para el motor 1.0 turbo, que sin dudas es la mejor opción de la gama, pero también la más cara. El 1.2 pone el foco en los consumos y ofrece un andar correcto, lo que implica un muy buen promedio en la nota total del auto.
Me hace acordar un poco al motor 1.3 de FCA, que también es nuevo y también tiene la mira puesta en los consumos. Son mecánicas pensadas para el día a día en la ciudad, en el uso intensivo, en el ahorro que se logra haciendo muchos kilómetros por día.
El Onix en sí esta llamado a ser un nuevo referente en el segmento, gracias a sus notas sobresalientes en seguridad, en equipamiento y en el motor turbo. Tiene a este Onix LT como fiel escudero, que no será el más picante pero que seguramente será el responsable del mayor número de ventas.
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