Pese a la devaluación, que las complica por tener precios en dólares, las marcas chinas siguen creciendo con paciencia oriental en nuestro mercado. Chery sigue siendo líder y DFSK subió rápido. Lifan crece fuerte.
La invasión de marcas chinas no fue tal, al menos en números. La gran cantidad de nuevos jugadores que desembarcan en nuestro mercado todavía no se condice en términos de volumen y la situación repentinamente ha empeorado para ellos, ya que la devaluación complicó los planes de negocios de estas marcas que son 100% importadoras y, como tal, tienen sus precios en dólares.
Sin embargo, eso no quiere decir que no estén creciendo. Teniendo en cuenta que muchas arrancan de 0, es lógico que tengan números positivos. Pero hay algunos casos que son interesantes, porque lograron instalarse rápidamente.
La gran alarma para ellos es que, en los días que van de junio, vienen cayendo más fuerte que el resto de las marcas. Al tener precios dolarizados, la devaluación les pegó más fuerte que a las automotrices radicadas. Si esto se prolonga en el tiempo, algunas marcas chinas pueden tener un paso fugaz por Argentina.
En términos de volumen, el gran nicho está en los vehículos comerciales. Aquí las marcas chinas se encuentran en una situación doblemente favorable: por un lado, la competencia del Mercosur (la que no paga 35% de aranceles) es casi nula. Por otro, el comprador de estos vehículos es altamente racional y prioriza la utilidad a bajo costo por sobre cualquier factor emocional.
El caso más emblemático es el de Lifan y sus camiones Foison, que arrancan en $387.000. Hace sólo dos meses estaban a irrisorios $300.000 y eso los ayudó a instalarse rápidamente, aunque su motor sea un flaco 1.3 naftero, de 92 CV y 114 Nm de torque. Aun con la devaluación, el precio es muy bajo: son 13.800 dólares por un vehículo comercial que puede amortizarse en pocos años.
Así, el Foison lleva patentadas 585 unidades en lo que va del año, con un crecimiento del 46% respecto a 2017. Gracias a su caballito de batalla, Lifan se metió en el segundo puesto del podio chino, con 1.197 unidades vendidas este año y un crecimiento de casi el 100% respecto al año pasado. Su segundo auto más vendido es el SUV Lifan MyWay, que inteligentemente también encontró un nicho, el de las familias con más de tres hijos.
Lifan está presentando hoy el SUV X70.
El caso de DFSK es similar y aun más notorio. Llevan muy poco tiempo en el mercado y sólo venden el mismo tipo de vehículos comerciales de bajo costo (desde $350.339, iva 10,5% incluido). Con el respaldo de pertenecer a SOCMA (del Grupo Macri), tienen la experiencia de Chery, la marca china más antigua del país.
DFSK comenzó a operar a fines del año pasado (es una de las más nuevas) y ya está tercera en el ranking chino con 494 unidades vendidas en 2018. Su caballito de batalla es el camioncito C31, con motor naftero 1.5 de 115 CV y un precio de $350.339. En lo que va del año se vendieron 182 unidades.
La reina del mercado chino es Chery, la marca que llegó antes que el resto y que lleva patentadas 3.854 unidades en lo que va del año, duplicando a sus rivales y creciendo 40%. Su caballito de batalla es el SUV Tiggo 3, con 1.468 ventas en 2018. Pero cuidado que acaba de presentar el Tiggo 2, de diseño mucho más moderno y atractivo. Se lanzó hace pocos días y ya patentó 53 unidades.
Más abajo están Geely con 601 unidades en lo que va del año y la muy reciente BAIC (266), en ambos casos apostando por los SUV’s. Haval también apuesta a los SUV´s pero todavía no registra operaciones (6 patentamientos que pueden ser sus propios autos de flota).
Shineray es otra marca dedicada a los comerciales y ha vendido 52 autos este año, mientras que las pickups de Great Wall (muy reciente) vendieron 22 unidades.
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