DESDE SANTIAGO DE CHILE. Mercedes le mostró a la prensa mundial su nueva pickup Clase X, que se hará en Córdoba en enero de 2019. No se conforman con el nicho de las pickups de lujo y quieren competir fuerte.
Mercedes-Benz organizó en Santiago de Chile un monumental test drive para 150 periodistas de todos los países del mundo en los cuales se va a vender la nueva Clase X. En distintas tandas, periodistas de Rusia, Reino Unido, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia, resto de Europa y gran parte de Sudamérica recorrieron los más de 400 kilómetros que Mercedes tenía planeados para conocer su nuevo gran producto, con camionetas traídas de Barcelona, la otra planta que ya la produce para Europa, África, Asia y parte de América.
Entre ellos estuvo CarsDrive y la prueba de manejo se publicará por separado. Aquí lo que nos interesa es conocer el trasfondo de este proyecto, que es fundamental para Córdoba: la Clase X es la tercera de las pickups que Nissan fabricará en Córdoba en base a su NP300 Frontier a comienzos de 2019. Será la última, pero quizás también la más importante en términos de volumen para la planta de Santa Isabel.
Mercedes se encuentra en una posición tan privilegiada para vender una pickup del segmento D que uno se pregunta por qué no lo hizo antes. Tiene dos negocios muy importantes a nivel mundial y los dos convergen en la Clase X: vehículos comerciales y autos de lujo. En la mayoría de los países mencionados arriba -y por supuesto en Argentina- las pickups cada vez son vistas más como vehículos duales, que sirven tanto para el trabajo como para auto de todos los días. Y si encima tienen unas estrella en la parrilla, el negocio cierra por todos lados.
Por qué una pickup y por qué la base Nissan
Cuando se anunció la producción de la Clase X (sin mostrar el diseño ni el nombre) una de las cosas que más llamó la atención fue que Daimler echara mano de su alianza con Renault-Nissan para producir su pickup. Esta decisión fue estratégica: usar a una de las pickups y a una de las marcas con más historia en el segmento le daría una base sólida desde donde arrancar el proyecto. Y, por supuesto, abarataría los costos.
Pero Mercedes no se quedó allí: los ingenieros desarmaron cada pieza de la Frontier y revisaron si era necesario cambiarla o dejarla como está. La clave del producto Clase X está ahí: tiene la base Frontier, pero nunca sabremos con seguridad cuántas piezas son Nissan y cuántas fueron cambiadas por los ingenieros alemanes.
Como prueba basta un botón: cuando uno le pregunta a un ingeniero de Mercedes si la caja manual es la misma de la Nissan, la respuesta es sí, por supuesto. Pero si uno le señala que el tacto es totalmente distinto, se acuerdan:
-Oh, lo que sucede es que cambiamos todo el sistema de la selectora y le pusimos cables, debe ser eso, responden casi al pasar. El chasis es el mismo, pero recibió mayores dimensiones para albergar al motor 3.0 V6. Un detalle: las otras versiones con el motor Nissan utilizarán este mismo chasis engordado, por lo que allí hay otra diferencia con la Frontier.
Manuel Mantilla es el ideólogo argentino del proyecto. Máxima autoridad de la división Vans en la región, Mantilla fue quién reunió a los ingenieros de Daimler en Buenos Aires para tratar de convencerlos de que Mercedes tenía que tener una pickup.
«Hace varios años tuvimos la primera visita de la gente de ingeniería», cuenta Mantilla. «Éste no fue un proyecto de Stuttgart, ellos vinieron y estuvieron manejando conmigo en Argentina, se hicieron muchísimos estudios de mercado. Fue un caso en el que Mercedes salió de Europa para ver qué era lo que se necesitaba y entendieron perfectamente cómo es esto de una país que vende tantas camionetas como autos. El volumen de la Clase X no va a estar en Europa, va a estar en Argentina, en Brasil, en Sudáfrica, todos países en los que el uso es muy distinto. Por eso estoy tranquilo, sé que Mercedes vino a escuchar al cliente argentino, es muy importante que la pickup sea linda, pero más importante es que se la banque«.
Mantilla explica cuáles fueron los cambios sobre la base de la Frontier. «La base es la plataforma Nissan pero sobre eso se modificó o se adaptó a la marca Mercedes la gran mayoría de las piezas. Eso se traduce en un producto y en una experiencia de manejo que es 100% Mercedes. Hay puntos que son críticos y que diferencian a unas marcas de otras, como la suspensión y la seguridad que transmite una auto al agarrar una curva. Ahí es donde la gente de ingeniería puso el ojo. El desafío en una pickup es encontrar el equilibrio entre una suspensión que sea buena en la ruta y sirva para off-road. Ésa es la magia que han logrado en esta pickup.
Producción en Córdoba
Mantilla no quiere hacer números sobre la producción de la Clase X, cuando en 2019 estén las tres camionetas en la línea de montaje de Santa Isabel. «No conozco los volúmenes de las otras camionetas, pero nosotros vamos a necesitar un número interesante para ser un jugador de peso en 2019. La producción va a empezar luego de las vacaciones de enero de ese año y yo espero estar facturando a los concesionarios a fines de febrero o comienzos de marzo«.
Hace un tiempo se comenta que Mercedes podría llegar a hacer una inversión extra en Córdoba, más allá de los 600 millones de dólares anunciados en su momento por Nissan. Sin embargo, directivos de la marca descartaron esta posibilidad por el momento, teniendo en cuenta que ya llevan desembolsado mucho dinero en este proyecto, que es muy importante para la marca. «Mercedes ha invertido cerca de mil millones de dólares en este acuerdo con Nissan, pero la distribución de ese dinero no la conozco, no sé cuánto fue a Barcelona y cuánto a Córdoba«, dice Mantilla.
¿A qué países se exportará la producción cordobesa? En principio, el foco estará puesto en el Mercosur, ya que Argentina y Brasil son los dos mercados más importantes para el segmento. Países como Colombia serán abastecidos en principio por Barcelona, ya que la idea es largar las ventas lo antes posible. Si la producción cordobesa es competitiva, podrá ganar esos mercados más adelante, pero no habrá favoritismos. Es todo una cuestión de costos.
Los concesionarios invertirán US$ 200 millones (¿cuánto costará una Clase X?)
«Los concesionarios están desesperados [risas]. Están fascinados con el producto, la red va a invertir 200 millones de dólares en expansión, nuevos puntos de ventas y sobre todo en los talleres, porque sabemos que el cliente de pickups es fiel. Tenemos mucha experiencia en vehículos comerciales y sabemos que un vehículo parado es un vehículo que pierde plata«.
La gama de la Clase X se va a dividir en tres niveles, Pure (destinada al trabajo), Progressive (al uso mixto, con mayor equipamiento, ambas con motor 2.3 biturbodiésel de 190 CV) y Power, tanto con este mismo motor como con el 3.0 V6 turbodiésel de 258 CV. Es decir, no serán tres las versiones sino que se le agregaran variantes Plus para llegar a todos los clientes. Lo que no está previsto son versiones de cabina simple.
La gran incógnita es cuánto saldrá la Clase X. En Mercedes se apuran a aclarar que no será un producto de nicho, sino que esperan competir en toda la escala de precios con versiones para distintos usos. «Vamos a tener una gran cantidad de versiones y hay que posicionarla correctamente para generar volumen. No en todo el mundo va a ser así, pero en Argentina tomamos la decisión de jugar en toda la cancha, no sólo enfocarnos en un nicho como es el de la V6. Eso sería lo más fácil, lo más obvio, pero creo que hay espacio en el segmento completo de pickups para que Mercedes, con un precio acorde a cada parte del segmento, pueda competir».
La otra gran pregunta es si Mercedes apunta a ser el número uno de Argentina, lugar que hoy ocupa Toyota con un trabajo de muchísimos años. «Es un segmento súper competitivo. En todos los otros segmentos en los que participamos somos número uno y el de las pickups es el más dinámico del mercado en Argentina. La idea es tomar el liderazgo del segmento en el largo plazo«, dice Mantilla, y uno le cuesta dudar de su confianza.
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