CarsDrive pudo hacer una pequeña prueba de manejo del Versa, el nuevo sedán del segmento B de Nissan. Todos los detalles y las primeras impresiones.

• Nissan Versa Visia – Origen: México
• Precio en Córdoba: 110 mil pesos
• Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros

Desde que tiene nuevo representante en nuestro país -ahora totalmente independizado de Renault- Nissan viene dando pasos cortos pero firmes para ampliar y actualizar la gama de productos disponibles en Argentina. Montados en el prestigio que le dan algunos de sus productos ya clásicos, como el muy querido Tiida o la X-Trail, el año pasado presentó el March, un hatchback urbano de pequeñas dimensiones muy funcional.

Ahora Nissan completa la oferta en el segmento B con un sedán basado en la misma plataforma del March, conocida como V. También comparte con este modelo origen (México), motor y gran parte del diseño interior, mientras que por fuera son totalmente distintos. La idea detrás del diseño de estos dos modelos parece ser similar pero diametralmente opuesta: ambos son del segmento B, pero el primero da la impresión de querer achicarse hasta hasta mimetizarse en un citycar y el segundo estira sus líneas para pasar por un sedán compacto (segmento C). Una forma más que interesante de Nissan de ocupar espacio en todas las franjas del mercado con un catálogo limitado.

El Versa se lanzó oficialmente la semana pasada (antes hubo una preventa) y en CarsDrive quisimos ser los primeros en tomar contacto con esta novedad. Fue una prueba muy corta y de rodado limitado, pero que nos sirvió para hacernos una impresión clara de las virtudes y defectos del Nissan Versa.

 Desde afuera

La versión probada por CarsDrive fue la más económica, llamada Visia, que por fuera solamente se diferencia de la más completa (Acenta) por la ausencia de faros antiniebla delanteros y las llantas de aleación. Ambos modelos calzan cubiertas Maxxis 185/65 de 15”, pero en esta versión las llantas son de acero.

El Versa mide 4,46 metros de largo, 1,70 de ancho y su distancia entre ejes es interesante: 2,60 metros. Para tener un dato comparativo, es una distancia entre ejes -que influye fundamentalmente en el espacio interior del vehículo- similar a la de Toyota Corolla o de otros sedanes del mismo segmento como el Chevrolet Cobalt o el Renault Logan.

En todo el diseño parecería primar la utilidad sobre la forma, pero el Versa no se priva de algunos detalles estéticos que lo distinguen. Las ópticas de gran tamaño, parrilla trapezoidal invertida, la caída del techo y el guardabarro trasero bien bajo son algunas de sus señas particulares. Vale la pena mencionar también sus líneas laterales, que en persona se ven bastante distintas a las imágenes de prensa que distribuye Nissan. En el catálogo la línea de cintura se ve casi recta y lineal (sobre las manijas de las puertas), mientras que en vivo se notan discontinuas y con más de un trazo paralelo.

Líneas continuas en las imágenes de catálogo

En directo, las líneas laterales parecen más complejas

Si bien no es un diseño que deslumbra, a nosotros nos pareció agradable y distinguido, teniendo en cuenta que en general la oferta en este segmento no se distingue por la búsqueda  estética.

Desde adentro

Sorprendidos gratamente por las dimensiones y el diseño exterior del Nissan Versa, esperábamos encontrarnos por dentro con detalles que lo igualaran a productos del segmento superior, pero no fue así. El interior es básico y en esta versión Visia, casi calcado del March, con un instrumental sencillo de dos relojes, stereo de doble DIN (lo mejor del interior), dos salidas de aire redondas y el control del aire acondicionado (ninguna versión posee climatizador). La diferencia importante con el March es el volante multifunción que viene de serie, con control de velocidad crucero a la derecha y los mandos de la radio y el manos libres a la izquierda. La versión Acenta trae otro instrumental, más bonito pero con los mismos datos: velocidad y RPM en agujas y combustible con líneas digitales. No tiene reloj de temperatura (sólo una alerta por sobrecalentamiento) y la computadora de abordo brinda información de consumo y autonomía.

Instrumental de la versión Visia

Como mencionábamos antes, la principal virtud del Versa es su espacio interior. Si bien esta versión no posee asiento regulable, es bastante sencillo encontrar una posición de manejo cómoda. El habitáculo se siente amplio y el volante (se ajusta en altura pero no en profundidad) tiene muy buen tacto. Los espejos se regulan eléctricamente y lo mismo para los las dos ventanillas delanteras, con sistema one touch para el conductor. Los levantavidrios eléctricos traseros son exclusividad de la versión Acenta.

Volante multifunción

Las plazas traseras se ven muy beneficiadas con la distancia entre ejes, el espacio para las piernas es muy bueno. Hay apoyacabezas y cinturones de tres puntos para dos personas y el tercer cinturón en esta versión es de cintura. Otro ítem de seguridad que pierde esta versión es el anclaje ISOFIX par sillas infantiles, que sí están presentes en la versión Acenta, diferencia que nos parece innecesaria. La altura del techo en las plazas traseras es correcta si la persona que va sentada no supera el metro ochenta.

El baúl se ve bien amplio, si bien su capacidad (419 litros) es inferior a otros sedanes familiares. Debajo de la alfombra está el auxilio de de idénticas características a las ruedas titulares y todavía queda espacio para una caja de herramientas.

Baúl profundo

El equipamiento de seguridad de serie es correcto, con las salvedades mencionadas (cinturones e ISOFIX): doble airbag frontal, frenos ABS con distribución electrónica de frenado y asistencia de urgencia, cierre automático de puertas con sensor de velocidad e inmovilizador electrónico. No posee sensores de estacionamiento.

Plancha idéntica al March

La sensación final del interior es que está bien, es correcto, las terminaciones son bastante buenas pero no se destacan de la media del segmento, con plástico duro y sin detalles sobresalientes. Lo que más nos gustó (además del espacio) es el control de velocidad de crucero de serie (este auto les va a interesar mucho a los viajantes) y el estéreo con control al volante, de buen sonido y conectividad útil y eficiente.

En marcha:

La prueba dinámica del Nissan Versa fue limitada, en espacios urbanos y sin pasar los 100 km/h. Pese a lo limitado del test, pudimos comprobar que uno de los puntos fuertes del Versa es su motor. Se trata del 1.6 16 válvulas naftero con inyección secuencial multipunto conocido como HR16DE que se fabrica en Japón y que comparte con el March, entre muchos otros modelos, tanto de Nissan como de Renault. Desarrolla 107 Cv a 5.600 vueltas y un torque máximo de 105 Nm a 4000 rpm y en este caso se relaciona con una caja manual de cinco marchas o automática de cuatro. Un detalle no menor para muchos: no posee correa, sino cadena de distribución. Un problema menos.

El desempeño en ciudad es muy bueno, con salidas rápidas y frenadas muy correctas. El motor apenas se siente en el interior y responde bien en todas las situaciones, un poco mejor en alta que en baja. La caja se siente bien, con relaciones cortas. Como mencionamos, no pudimos probarlo correctamente en ruta, pero hasta donde cotejamos, la dirección con asistencia eléctrica tiene un muy buen funcionamiento, dócil a baja velocidad y un poco más dura cuando aceleramos. Resta verificar el funcionamiento ante vientos cruzados.

La suspensión delantera es independiente tipo Mc Pherson y la trasera de eje semi-rígido con barra estabilizadora, lo que lo hace sentir muy bien en curvas a pesar de su largo. En general se siente un poquito dura, pero sin comprometer el confort de marcha en ciudad. Da la impresión de ser un auto con una puesta a punto pensada para muchas horas de viaje en ruta. Lo único que desentona con este perfil viajero es la capacidad del tanque de combustible, de 41 litros. Si bien no pudimos chequear consumos, parace un número un tanto bajo. Los dos sedanes mencionados al principio tienen más capacidad: el Logan carga 50 litros y el Cobalt 54, mientras que el Grand Siena posee 48 litros. La comparación más lógica sería la de autonomías, ya que este motor tiene antecedentes de consumos contenidos; esperamos poder hacerla más adelante.

 Llegando

La conclusión provisoria es que Nissan tiene un producto interesante con el Versa: diseño atractivo dentro de su segmento, un motor de primer nivel, excelente espacio interior y un precio competitivo. La calidad interior y el equipamiento son justos, tanto en seguridad como en confort, sin lujos pero con algunos detalles importantes como el control de velocidad de crucero y la regulación eléctrica de los espejos. Entre los faltantes podemos mencionar los sensores de estacionamiento (en todas las versiones) y los cinturones de tres puntos atrás y anclajes ISOFIX (en la versión más económica). Hay que señalar que la mayoría de los rivales tampoco los tienen, pero uno siente que este auto podría tener muchísimos adeptos -sobre todo en viajantes y familias con hijos grandes- si fuera un poquito más completo.

Pero no hay que olvidar que Nissan tiene también al sedán Sentra por encima en su catálogo, para quien busque algo más, por lo que la apuesta comercial parece muy bien resuelta y lo muestran los números de venta: están vendiendo todas las unidades que entran al país, que son entre 200 y 300 por mes, lo que confirma una muy buena recepción por parte del público. Dependerá del juego de la oferta y demanda –Nissan tiene cupos de importación– la política de precios de este nuevo producto más que interesante.

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